Los piratas se aventuraron en la isla y descubrieron que no estaba habitada. Caminaron durante horas hasta llegar a una cueva que les llevaría directamente a un tesoro maldito. Se les apareció la misma muerte y les dijo que si tocaban su joya mas preciada ella aparecería y les haría sufrir hasta que no pudieran más. Barba Negra no hizo caso de sus advertencias y cogió la joya mas preciada: El Medallón Esmeralda Verde.
Durante cuatro días el navío navegaba casi sin hombres. El quinto día los hombres veían un ratoncito. Claro, que cuando uno lo miraba directamente a los ojos se convertía en piedra. Barba Negra estaba horrorizado: su tripulación estaba desapareciendo. Entonces la muerte se le aparece y le dice que si no le devuelve el talismán esta será la menor de las tragedias que ocurrirán.
Todavía dice alguien que Barba Negra sigue guardando ese talismán como si fuera su vida, porque sin él la muerte no puede destrozar la vida de nadie más. Pero Barba negra pagó un alto precio por ello: quedarse protegiendo el talismán toda su vida convertido en esqueleto.
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